“Yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás.” (Deuteronomio 30,19)
Circ. Nro. 67/2020
Queridos hermanos,
En la cercanía de la Navidad, el nacimiento del Salvador nos ofrece “vida y vida en abundancia” (Juan 10,10). Así esperanzados, nos preparamos para salir a su encuentro. Él es nuestra alegría y nuestra fortaleza. ¡En Él podemos confiar!
Entre las preocupaciones que nos afligen como sociedad, está el tratamiento legislativo de la legalización del aborto. En la última sesión de la Comisión Permanente del Episcopado, los obispos vimos necesario profundizar a través de distintas propuestas, la animación de la oración y los gestos que expresen el compromiso de todos los cristianos con la causa de la vida. Acompaña esta carta el Mensaje de los Obispos argentinos que quiere ayudar a la reflexión en el marco de estas circunstancias tan difíciles.
Queremos especialmente pedir a Dios que ilumine a los senadores nacionales para que elijan la vida, cada vida, todas las vidas. Frente a este sagrado deber de tutelarla, no deberían guiarlos compromisos partidarios ni cálculos políticos sino las razones fuertemente éticas que tiene el cuidado de la vida, especialmente en estos días, la vida de los niños por nacer.
Encomiendo a los párrocos y animadores de comunidades, alentar la participación de nuestros fieles, en cuanto sea posible, en todas las celebraciones e iniciativas pastorales que se organicen mientras se debate el aborto. En las catedrales y parroquias de todo el país se celebrarán las misas en la fiesta de la Sagrada Familia, el primer domingo de Navidad, con esta especial intención: orar por la protección de la vida. En nuestro caso, presidiré en la Basílica de Nuestra Señora de Luján de Cuyo, la Santa Misa de las 20.15 hs. Llevaré a la Patrona de los argentinos, las intenciones del pueblo mendocino.
Para el lunes 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, convocamos a una Jornada de Ayuno y Oración por la vida naciente, que podrá cerrarse en cada comunidad con la celebración vespertina de la Eucaristía.
Los abrazo y bendigo mientras pido al Señor que nos regale vivir este tiempo de Navidad con la fortaleza que nos da Jesús, el Niño de Belén, ante la atenta mirada de sus padres, María y José.
Mendoza, 21 de diciembre de 2020
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo