Nuevos destinos pastorales de diáconos permanentes

Queridos hermanos,

En estos días, junto a Mons. Mazzitelli, estamos acompañando la asunción de los distintos párrocos, convocados a servir en una nueva parroquia. Agradezco a Dios la generosidad de quienes aceptaron este encargo en la comprensión de las necesidades de nuestra Iglesia en Mendoza y la disponibilidad de las distintas comunidades parroquiales alcanzadas por los cambios, en el comienzo de una nueva etapa en el seguimiento del Señor.

En esta misma perspectiva, deseo comunicarles las nuevas asignaciones de destino pastoral de algunos diáconos en nuestra Arquidiócesis. Es un verdadero envío apostólico de parte del obispo, que anhela llegar a todas las comunidades a su cargo, asistido en este caso por los diáconos que destina para la evangelización y el crecimiento en santidad y caridad fraterna. Por ello, nos resulta de gran utilidad recordar las distintas dimensiones del ministerio del diaconado que constituye un verdadero don de Dios a su Iglesia. Nos dice autorizadamente el Directorio para la Vida y el Ministerio del Diaconado (nn.22 y 39):

“El ministerio del diaconado viene sintetizado por el Concilio Vaticano II con la tríada: «ministerio (diaconía) de la liturgia, de la palabra y de la caridad» (Lumen Gentium n. 29). De este modo se expresa la participación diaconal en el único y triple munus de Cristo en el ministro ordenado. El diácono es maestro, en cuanto proclama e ilustra la Palabra de Dios; es santificador, en cuanto administra el sacramento del Bautismo, de la Eucaristía y los sacramentales, participa en la celebración de la Santa Misa en calidad de «ministro de la sangre», conserva y distribuye la Eucaristía; es guía, en cuanto animador de la comunidad o de diversos sectores de la vida eclesial (…) Los tres ámbitos del ministerio diaconal, según las circunstancias, podrán ciertamente, uno u otro, absorber un porcentaje más o menos grande de la actividad de cada diácono, pero juntos constituyen una unidad al servicio del plan divino de la Redención: el ministerio de la Palabra lleva al ministerio del altar, el cual, a su vez, anima a traducir la liturgia en vida, que desemboca en la caridad. Si consideramos la profunda naturaleza espiritual de esta diaconía, entonces podemos apreciar mejor la interrelación entre las tres áreas del ministerio tradicionalmente asociadas con el diaconado, es decir, el ministerio de la Palabra, el ministerio del altar y el ministerio de la caridad.”

Con estas precisas indicaciones del Magisterio de la Iglesia, les informo los nuevos destinos pastorales de nuestros diáconos, a saber:

Diác. Jorge Roberto Lorenzo:Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, de Bermejo, Guaymallén.
Diác. Jorge Daniel Gatica:Parroquia Nuestra Señora de Fátima, de Godoy Cruz.
Diác. Sergio Alberto Vallone:Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Rodeo de la Cruz, Guaymallén.
Diác. Eduardo Eugenio Kolosow:Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de San Martín.
Diác. Alberto Carrizo:Parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Junín.
Diác. Daniel Omar Miranda:Cuasiparroquia Virgen Peregrina, de Godoy Cruz.
Diác. Oscar Alberto Fernández:Parroquia Santa Cruz, de Las Heras.

Deseándoles a estos diáconos un fecundo ejercicio del ministerio diaconal en sus nuevas comunidades, los bendigo de corazón y los animo a trabajar en estrecha comunión con nosotros los obispos y los presbíteros.

En Cristo servidor y su Madre Santísima del Rosario.

Mendoza, 16 de febrero de 2023.

+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo