Mensaje a la Comunidad católica de la Arquidiócesis de Mendoza

Con motivo de la celebración de Corpus Christi y la Colecta anual de Cáritas.

El próximo fin de semana los católicos celebraremos “el Cuerpo y la Sangre de Cristo”. Y también tendrá lugar en todo el territorio argentino la colecta nacional de Cáritas. Ambos eventos están unidos por lazos muy fuertes: amor, solidaridad, servicio.

Las dificultades que ha traído el COVID-19 no le han impedido a la Iglesia estar presente ante tantas necesidades, con una especial atención a los más frágiles y vulnerables: abriendo templos para la vacunación antigripal que fueron ocupados en algunos casos en un 50% de su capacidad, la recolección de encomiendas para los detenidos en las cárceles, la asistencia desde Cáritas y la contención humana y espiritual de tantas personas afectadas por el confinamiento. Todo esto gracias a una valiosa red de voluntarios y colaboradores principalmente jóvenes, que constituyen la fuerza mayoritaria de nuestras comunidades.

Pero sabemos que falta algo: el encuentro con la fuente de donde se nutre esta acción caritativa y misionera. Porque, así como nadie puede vivir sin comer o beber, tampoco se  puede vivir espiritualmente en plenitud sin el Pan de Vida. Estamos a la espera de una pronta respuesta del Sr. Gobernador, como Autoridad responsable, para que permita -con los protocolos necesarios- que los fieles puedan participar presencial y comunitariamente de la Misa y los sacramentos en los templos.

Esto contribuirá a la salud integral de todas las dimensiones de las personas: lo corporal, lo anímico, lo religioso, lo espiritual.

Que sean días de verdadera fiesta, viendo a los voluntarios de Cáritas con sus chalecos y alcancías, pidiendo que colaboremos con los que menos tienen: seamos generosos a la hora de compartir. Días en que nos unamos estrechamente en la adoración, la alabanza, la acción de gracias y la alegría que nos da saber que el Señor cumple su palabra de estar con nosotros cada día, hasta el fin del mundo.

Los abrazamos y bendecimos en Jesús, el buen Pastor.

Los Obispos y Sacerdotes del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de Mendoza