Ensancha la tienda de tu corazón
Circ. N° 014/23
Queridos hermanos,
Uno de los temas más sentidos de la espiritualidad cristiana es la vocación. Las páginas de la Biblia, y muy especialmente el Evangelio, nos presentan hermosas escenas donde el Señor nos invita a seguirlo. Cada diálogo, cada personaje, nos representan en nuestras distintas respuestas a ese Plan de amor.
Amados y llamados
En esa perspectiva vocacional ubicamos la llamada a la vida y la invitación a la fe, que Dios nos hace a través del amor de nuestros padres y del testimonio de la Iglesia. La vida y la fe son verdaderos tesoros que el Señor nos confía para ser felices y compartir con los demás. Nuestro “honrar la vida” de creyentes nos compromete a entregarla con fidelidad y generosidad. Somos hijos muy amados por Dios y nos descubrimos llamados a servirlo con nuestro testimonio.
“(…) cuando hablamos de “vocación” no se trata sólo de elegir una u otra forma de vida, de dedicar la propia existencia a un ministerio determinado o de sentirnos atraídos por el carisma de una familia religiosa, de un movimiento o de una comunidad eclesial; se trata de realizar el sueño de Dios, el gran proyecto de la fraternidad que Jesús tenía en el corazón cuando suplicó al Padre: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Toda vocación en la Iglesia, y en sentido amplio también en la sociedad, contribuye a un objetivo común: hacer que la armonía de los numerosos y diferentes dones que sólo el Espíritu Santo sabe realizar resuene entre los hombres y mujeres. Sacerdotes, consagradas, consagrados y fieles laicos caminamos y trabajamos juntos para testimoniar que una gran familia unida en el amor no es una utopía, sino el propósito para el que Dios nos ha creado.” (Francisco, Mensaje en la Jornada de Oración por las vocaciones, 2022)
Ensanchar la tienda de nuestro corazón
Comprender el sentido de la vida y la vocación en la Iglesia, nos impulsa a rezar por todas las vocaciones, para que cada hombre y cada mujer puedan encontrar su misión para amar y servir, para extender el Reino de Dios en la construcción de un mundo más humano y fraterno. El matrimonio y la familia, la vida consagrada, el ministerio ordenado, concretan esa llamada divina a amar y servir.
Si el camino sinodal de la Iglesia nos invita a ensanchar la tienda y a descubrirnos parte de un destino común de caminantes en el amor y el servicio, rezar por cada vocación y por todas las vocaciones, nos desafía a una mejor comprensión del misterio de la Iglesia, los distintos estados de vida y los ministerios y servicios eclesiales. Ensanchar nuestro corazón, nuestra tienda interior, es abrirlo al buen Pastor para vivir en su presencia, amar concretamente según nuestra vocación personal y construir junto a otros la gran
comunidad humana. Queremos ser hombres y mujeres “ardientes por el encuentro con Dios y transformados en su humanidad, capaces de anunciar con la vida la felicidad que proviene de su vocación.” (Francisco, A los responsables de Centros Vocacionales de Europa, 2019)
Mes vocacional
En este itinerario de reflexión y oración vocacional, queremos vivir un Mes Vocacional que empezará el próximo Domingo del Buen Pastor para finalizar con la celebración de Pentecostés.
El Equipo Arquidiocesano de Pastoral Vocacional nos invita a vivir la Jornada del Buen Pastor, el sábado 29 de abril, en la parroquia Inmaculada Concepción, de La Consulta. La reunión comenzará a las 16 hs. y celebraremos la Santa Misa a las 19 hs. que tendré la alegría de presidir, Dios mediante.
El 19 de mayo tendremos un momento de Adoración vocacional en la Iglesia Sagrado Corazón (Jesuitas) de ciudad, de 21 a 22 hs. Nos acompañará con la animación vocacional el grupo Hakuna.
Pido a los párrocos y responsables de comunidades que animen en las distintas veladas y celebraciones de Pentecostés en los decanatos, parroquias y comunidades, con esa particular intención vocacional como llamada a la santidad y al compromiso personal en la Iglesia, para amar y servir, según los distintos llamados.
Acompaño esta carta circular con un momento de oración vocacional y el guión para la celebración de la Misa del Domingo del Buen Pastor, preparados por el Equipo Arquidiocesano de Pastoral Vocacional como una ayuda para nuestras comunidades que deseen emplearlos.
Como en Caná, la Virgen nos invita a hacer lo que Jesús nos dice. Y el Señor nos enseña a pedir al Dueño de la Mies que envíe obreros y obreras a la mies, servidores en santidad al misterio de la vida y el amor según las distintas vocaciones, constructores del Reino en fraternal comunión.
Los abrazo y bendigo en Jesús, buen Pastor.
Mendoza, 20 de abril de 2023
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo