Creada como Diócesis el 20 de abril de 1934, con la bula Nobilis Argentinae Nationis de SS Pío XI, fue elevada a Arqui-diócesis el 10 de abril de 1961 por SS Juan XXIII.
La arquidiócesis de Mendoza comprende quince de los dieciocho departamentos en que está dividida la provincia, abarcando la mitad norte de su territorio, con una superficie de 63.839 km2 y 1.360.000 habitantes, de los cuales 1.156.000 son católicos.
La atención espiritual de los fieles se cumple a través de 65 parroquias y 200 centros de culto.
A unos 80 sacerdotes diocesanos y 21 diáconos permanentes, se suma la labor pastoral de 100 religiosos, 260 religiosas y agentes laicos, que se desempeñan en los organismos diocesanos responsables de las diversas áreas pastorales, parroquias, colegios, hospitales y obras de promoción humana y asistencia.
La educación católica se imparte en 58 institutos educativos. A nivel universitario funcionan 3 facultades, dos de ellas dependientes de congregaciones religiosas.
La formación del clero y de los agentes pastorales está a cargo de los institutos diocesanos de formación: Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Rosario, en el que cursan actualmente 41 seminaristas; Escuela Arquidiocesana de Ministerios, para la formación de ministros laicos y diáconos permanentes; Instituto de Formación Docente Pablo VI; Seminario de Catequesis, y otros centros de formación dependientes de la Junta Arquidiocesana de Catequesis.
Muchos son los desafíos pastorales que la Iglesia en Mendoza debe asumir hoy.
El clero diocesano y religioso apenas logra una atención pastoral suficiente de las comunidades.
La situación actual, de transformación económico-social-cultural, es inquietante: formación de nuevos barrios; llegada de nuevas migraciones; desocupación y subocupación; salarios insuficientes para cubrir las necesidades mínimas de la familia; deserción escolar y analfabetismo; descontento social, violencia y situaciones de corrupción que crean un clima de desconfianza, impotencia y angustia.
El secularismo e individualismo; la evolución cultural; el crecimiento de la vida universitaria; el complejo proceso de transformación educativa, consecuencia de la aplicación de la nueva ley federal; la situación de los jóvenes; el flagelo de la droga; el avance constante de las sectas, son otros tantos problemas que agravan la situación actual, reconocida y descripta en los documentos diagnósticos que forman parte del Plan Diocesano de Pastoral.
La Iglesia en Mendoza, fiel a su misión evangelizadora, quiere dar respuesta a esta compleja realidad que la interpela.
En ello está empeñada, trabajando en comunión por la nueva evangelización.