Compartimos la Circular N°31 de nuestro pastor junto al Decreto oficial Nº 763, con los anexos del Protocolo para las actividades religiosas en Iglesias, Templos y Lugares de Culto y el modelo de planilla para el registro de asistentes.
Queridos hermanos,
Emocionados y felices, nos hemos reencontrado en la Eucaristía a partir de la solemnidad de Corpus Christi. Luego del diálogo con las autoridades provinciales y los responsables de otras confesiones religiosas, regresamos a las celebraciones tan importantes para expresar comunitariamente nuestra fe y la dimensión trascendente de nuestra vida.
Por esta razón, deseo animarlos a seguir cuidando este espacio que se ha abierto a nuestra esperanza y que exige el pleno cumplimiento de todas las precauciones sanitarias. Nuestras celebraciones deben atenerse detalladamente a lo previsto en el Decreto provincial Nro. 763, que constituye su marco normativo y ofrece el protocolo de actuación para responsables, ministros y asistentes a las celebraciones religiosas.
Especialmente, sin imposiciones enojosas, queremos pedir a quienes integran los grupos de riesgo, a cuidarse de todo cuanto pudiera hacer peligrar su salud. El uso del barbijo, la limpieza de las manos con alcohol, la utilización de cloro en los paños de piso, el debido distanciamiento social, son recaudos imprescindibles. Debemos recordar el tope de treinta concurrentes, además del pequeño grupo que asiste al presidente de la celebración. La planilla con los datos requeridos sobre los presentes, debe completarse con precisión, para su archivo y disponibilidad en secretaría, ante cualquier consulta de la autoridad sanitaria.
Comprendemos las decisiones tomadas por las autoridades para proteger a la población de la difusión y circulación del Covid19. Como parte de esta sociedad, somos corresponsables de su aplicación para bien de todos. Cuidarnos y cuidar la vida de los demás es la necesaria concreción del Mandamiento del Amor que nos obliga como creyentes. Acompañamos el dolor y la preocupación de sacerdotes y fieles de nuestras comunidades cercanas al epicentro de los últimos contagios en Maipú, que, con responsabilidad cristiana, han suspendido las celebraciones presenciales hasta tanto se supere este duro momento.
El pasado viernes 12, los obispos de la Provincia enviamos un mensaje a todas nuestras comunidades en la vigilia de la autorización de las celebraciones. Allí comunicamos que, mientras dure esta pandemia, la sagrada comunión se recibirá en la palma de la mano para evitar la trasmisión y circulación del virus. Seguiremos haciéndolo, con todo el respeto y la debida reverencia al Señor, sin adminículos de ningún tipo en la palma de la mano de quien lo recibe. Quienes no deseen comulgar en la mano, pueden hacer la comunión espiritual, según ya hemos explicado en catequesis anteriores.
Los abrazo y bendigo en el Señor Jesús, nuestro buen Pastor. María Santísima del Rosario, nos cuide y acompañe en el camino hacia la plena normalidad sanitaria.
Mendoza, 18 de junio de 2020.-
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo