Mendoza, 12 de diciembre de 2019.-
Queridos hermanos sacerdotes,
¡Feliz día de la Virgen de Guadalupe! Quería saludarlos en la cercanía de la Navidad y agradecerles todo cuanto pudimos hacer junto al Señor, en comunión evangelizadora.
En estos días concluíamos el año de trabajo del Consejo presbiteral y evaluábamos con esperanza el camino recorrido, deseosos de profundizar en esta búsqueda de una Iglesia en salida, cercana a todos. Nos quedan varios temas pendientes para el año próximo: la animación sinodal de parroquias y decanatos, la constitución del Consejo arquidiocesano de Pastoral mientras extendemos esta reflexión sinodal a todas las áreas de la vida arquidiocesana.
Pero, además, quería compartirles información para que conozcan la verdad por nosotros mismos, inclusive para responder a quienes pregunten a partir de algunas publicaciones que prefieren la mentira y la descalificación, a la nobleza de comunicar.
Concretamente, se ha escrito en algún medio digital, que el arzobispo ha desairado al nuevo gobierno provincial no asistiendo a la ceremonia de asunción de funciones y que habría enviado, en su lugar, a algún sacerdote que, en diálogo personal con el flamante Director General de Escuelas, le habría pedido plata para nuestras instituciones a la par de asegurarle oraciones. Suena grotesco. Pero más o menos éste es el contenido de tal “artículo periodístico”. Su editor ya me ha dedicado tres o cuatro artículos en este tiempo, siempre para descalificarme. No lo conozco personalmente ni me ha entrevistado para conocer mi opinión.
En una carta a las nuevas autoridades, provinciales y departamentales, el pasado lunes, además de felicitarlos por este nuevo servicio asignado por la sociedad, les deseaba que pudieran “desempeñar su misión con entusiasmo, generosidad y eficacia, teniendo en cuenta la significación del sufragio popular y el mandato que éste otorga a favor del bien común, por encima de intereses personales y sectoriales.”
Volviendo al “artículo periodístico” quiero informarles que sí asistí a la ceremonia del juramento del Gobernador y Vicegobernador en la Legislatura Provincial. Dado que a las 20 hs. tenía una importante misa agendada con un año de anticipación y resultarme imposible cambiar fecha u horario, concurrí al acto previsto en la Casa de las Leyes. Estuve sentado en un salón contiguo, junto a otros ciudadanos. Allí una gran pantalla nos permitió seguir muy bien la ceremonia. Saludé a varios intendentes municipales, a algunos funcionarios salientes y al señor Vicegobernador y dialogué breve pero muy cordialmente con el señor Gobernador, Rodolfo Suárez, a quien le deseé en nombre de nuestra Arquidiócesis, una gestión fecunda.
Respecto a un supuesto desaire de la Iglesia mendocina, quiero decirles que, a la ceremonia posterior, en Casa de Gobierno, concurrió el obispo auxiliar Mons. Marcelo Mazzitelli. Si bien por razones protocolares no pudo saludar personalmente al Gobernador, dialogó con el Señor Director General de Escuelas a quien le auguró una buena gestión luego de asegurarle nuestras oraciones en la convicción de la enorme importancia de la educación por encima de otras áreas de gobierno. No teníamos nada que pedir. Sólo saludar y alentar. Y asegurar nuestro propio compromiso con la sociedad, desde este lugar de servicio que es la Iglesia. De esta manera, tienen Uds. la verdad de cuanto ha acontecido el pasado 9 de diciembre para tener su propia opinión y responder a quien pregunte.
Nos espera un desafiante año de trabajo. Seguiremos juntos, en la brecha, compartiendo la alegría del Evangelio y sirviendo a los hermanos, sobre todo a los más pobres.
Dios los bendiga en la inminencia del nacimiento de nuestro Salvador. Los saludo con afecto y gratitud, implorando la intercesión de la Virgen del Rosario, sobre Uds. y comunidades.
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo
Arzobispo de Mendoza