Queridos hermanos,
Una vez más, la gran solidaridad del pueblo mendocino se puso de manifiesto para testimoniar la vigencia del testimonio de la caridad cristiana.
Con el lema “tu compromiso acorta distancias”, tuvo lugar entre nosotros, desde el 4 hasta el 12 de junio, la Colecta Nacional de Cáritas que dio como resultado la recaudación de
$23.048.139. El servicio de los 4500 voluntarios, procedentes de todas las parroquias y decanatos, ha sido el instrumento de la Providencia para hacerse presente, no sólo en las misas y secretarías parroquiales, sino en las calles y avenidas de nuestra extensa jurisdicción arquidiocesana,
¡Gracias queridos sacerdotes y queridos voluntarios por esta entrega generosa a la causa de la caridad cristiana! Pienso en las distintas Cáritas parroquiales, en sus responsables y animadores, en cada uno de los colaboradores que se pusieron al hombro este importante compromiso eclesial.
He escuchado muchos testimonios de las particulares dificultades que revistió la colecta este año, principalmente por la difícil situación económica del país, aunque no faltaron quienes expresaban objeciones haciéndose eco de razones de tipo político o ideológico. Cáritas es para la Iglesia la expresión del amor de Cristo y no nos animan otras motivaciones ante las urgencias del aquí y ahora de los pobres. ¡Gracias Cáritas! ¡Gracias a cada voluntario, a cada donante, a la creatividad de cada comunidad para extender la llamada de la caridad del Señor en los distintos ambientes donde hicieron presente la Colecta!
Tocará a cada Cáritas parroquial, discernir junto a sus párrocos y responsables pastorales la utilización eficaz de su parte de los recursos obtenidos de modo que pueda profundizarse a lo largo de todo el año, el mejor servicio posible a nuestros pobres. Especialmente, les pido que párrocos y directoras de Cáritas, puedan reflexionar junto a los decanos y las animadoras decanales, cómo ayudar a aquellas Cáritas más frágiles. Será muy hermoso poder extender la solidaridad de Cáritas parroquiales más consolidadas para apoyar a las comunidades vecinas que difícilmente pueden responder a todos los requerimientos de su propia realidad.
Los abrazo y bendigo en Jesús, el buen Pastor. Nuestra Madre del Rosario nos siga acompañando y consolando en el camino de la vida.
Mendoza, 12 de julio de 2022
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo