Circ. Nro. 027/21
Queridos hermanos,
Con gran alegría hemos celebrado la fiesta diocesana, un hermoso reencuentro de las comunidades de toda la Arquidiócesis en torno a nuestra Madre del Rosario en el Santuario del Challao. El momento joven que precedió a la misa, la cuidada liturgia, la activa participación de los fieles procedentes de todas las comunidades, así como los cantos y la fervorosa devoción manifestada ante la imagen de nuestra querida Patrona, expresaron la vitalidad de la Iglesia en Mendoza. Deseo agradecer especialmente al equipo que preparó la Fiesta y las distintas áreas que convergieron en su organización. ¡Gracias a todos!
¡Cuánta vida de Dios en nuestras parroquias, capillas, movimientos e instituciones!
¡Cuánta solidaridad de nuestras pastorales “de trinchera”, Cáritas, la Pastoral de la Calle, la Pastoral de Migrantes, la Pastoral de la Salud, la Pastoral Carcelaria, la Pastoral de Adicciones, entre otras! Pudimos dar gracias a Dios por la acción evangelizadora de la Iglesia mendocina a lo largo de este tiempo, más allá de las restricciones y con los debidos cuidados. Además, comenzamos con entusiasmo y solemnidad, el proceso sinodal convocado por el Papa Francisco: “Sinodalidad: Comunión, participación y misión.” El domingo 17 de octubre, cada comunidad parroquial iniciará a su vez, este camino eclesial.
A partir de la Pascua del próximo año, comenzaré la visita pastoral a las parroquias, una oportunidad de encuentro de nuestras comunidades con Jesús, el buen Pastor, a través del ministerio pastoral del obispo. Apoyado en la rica experiencia de mis predecesores, organizaré con los decanos el cronograma y los criterios generales de la visita. Más tarde con los párrocos y los consejos pastorales concretaremos el itinerario a seguir en cada caso.
Dadas la disminución de afectados por Covid19 y la creciente vacunación de la población, efectuadas las consultas y el necesario discernimiento pastoral, desde el próximo fin de semana los fieles que lo deseen, podrán recibir la Eucaristía en la boca acercándose a una fila específica destinada para esta modalidad. Un ministro designado al efecto, distribuirá la comunión, cumpliendo todas las medidas de higiene requeridas.
Como la pandemia no ha terminado, sigue siendo recomendable la recepción de la comunión en la mano, manteniendo su vigencia en nuestras Iglesias y celebraciones el uso de la mascarilla, barbijo o tapabocas, la higiene de manos, la ventilación cruzada y la limpieza de los templos después de su utilización.
Los saludo y abrazo en Jesús, el buen Pastor, junto a María, nuestra Madre del Rosario.
Mendoza, 5 de octubre de 2021
+ Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo