40° Aniversario de la Fundación del Carmelo del Espíritu Santo y María Madre de la Iglesia

Circ. Nº 009/21

Queridos hermanos,

En pocos días celebraremos los cuarenta jóvenes años de vida del “Carmelo del Espíritu Santo y María Madre de la Iglesia”. Mons. Cándido Rubiolo estableció el 13 de mayo de mayo de 1981 como fecha de fundación de este querido Monasterio. Florecía así aquella feliz iniciativa de 1977, de Mons. Maresma y Mons. Rey, acompañada por tantos sacerdotes y laicos a lo largo de los años precedentes. Más adelante, en 1998, Mons. José María Arancibia consagró el altar y el hermoso Templo que nos recibe para la oración.

Indudablemente la vida contemplativa siempre nos interpela y anima nuestro deseo de responder al amor de Dios según nuestra propia vocación y estado de vida. La oración, ese camino de intensa amistad con el Señor, nos fortalece y suscita en nosotros el deseo de vivir según su proyecto. Ella despierta nuestra sensibilidad interior ante los signos que Dios nos pone en el horizonte de nuestro andar.

“El orante se consume por el deseo del encuentro con Dios. Ustedes son testimonio vivo de ese deseo inextinguible en el corazón de todos los hombres. En medio de las múltiples ofertas que pretenden —pero no pueden— saciar el corazón, la vida contemplativa es la antorcha que lleva al único fuego perenne, «la llama de amor viva que tiernamente hiere» (San Juan de la Cruz).” (Francisco, Homilía en el Monasterio Carmelita de Madagascar, 7 de setiembre de 2019)

Junto a las hermanas Dominicas, las hermanas Carmelitas constituyen para esta Arquidiócesis, la oportunidad de dar gracias a Dios por el inmenso don de la vida contemplativa, de cuyo lugar insustituible presente en la Iglesia, nos decía el Papa Juan Pablo II: “Todos hemos de valorar y estimar profundamente la entrega de las almas contemplativas a la oración, a la alabanza y al sacrificio. Son muy necesarias en la Iglesia. Son profetas y maestras vivientes para todos; son la avanzada de la Iglesia hacia el reino. Su actitud ante las realidades de este mundo, que ellas contemplan según la sabiduría del Espíritu, nos ilumina acerca de los bienes definitivos y nos hace palpar la gratuidad del amor salvador de Dios. Exhorto pues a todos, a tratar de suscitar vocaciones entre las jóvenes para la vida monástica; en la seguridad de que estas vocaciones enriquecerán toda la vida de la Iglesia.” (Juan Pablo II, A las religiosas de clausura en el Monasterio de la Encarnación de Ávila, 1° de noviembre de 1982)

Las hermanas carmelitas, presentes entre nosotros en Luján de Cuyo, testimonian el amor de Dios con numerosos gestos de cercanía fraterna a nuestra vida eclesial. Podemos decir que este aniversario “redondo” constituye una verdadera fiesta de familia. Invito a las parroquias y comunidades a unirse en esta acción de gracias a Dios, encomendando la vida y la misión de nuestras queridas hermanas carmelitas al interior de la Iglesia. Los bendigo y abrazo en Jesús, el buen Pastor resucitado.

Mendoza, Solemnidad de Nuestra Señora de Luján, 8 de mayo de 2021

+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo