30 de julio: Día Mundial de Lucha contra la Trata de Personas

Circ. Nro. 38/2020

Queridos hermanos,

La preocupación de la Iglesia por la vida y la dignidad integral de las personas nos lleva a trabajar junto a otros hombres y mujeres consustanciados con esta misión de distintos credos y culturas. En esta perspectiva, la lucha contra la trata de personas que hoy especialmente conmemoramos, nos desafía desde un lugar particularmente doloroso de la vida humana.

La vida y la libertad de una persona no son mercancías ni bienes negociables. “Es importante reconocer que la explotación sexual, la prostitución y el tráfico de seres humanos son actos de violencia contra las mujeres, constituyen una ofensa a la dignidad de la mujer y son una grave violación de los derechos humanos fundamentales” (Cfr. n. 1 de las Conclusiones del 1er Encuentro Internacional para la liberación de las mujeres de la calle”, Roma, junio de 2005).

Por eso les propongo interiorizarse y participar, según sus posibilidades, de distintas iniciativas que tienen lugar en la Arquidiócesis de Mendoza; además de las acciones que emprende la Pastoral de Migrantes, tenemos desde hace varios años al Grupo Pastoral Guadalupe que busca dar contención y apoyo, de forma sistemática y sostenida a mujeres que ejercen la prostitución o fueron víctimas de trata con fines de explotación sexual, y –a través de ellas-, a sus grupos de convivencia más próximos y que se encuentran en riesgo social. Este objetivo lo logran a través de la implementación de distintos talleres con propuestas de promoción humana de estas mujeres y especialmente, en el contacto personal y en el diálogo con cada una, poniendo el acento en el encuentro, en el abrazo, la sonrisa y la ternura en el trato que busca reflejar el abrazo, la sonrisa y la ternura de Dios.

En un proceso de concientización creciente, apelando a la libertad individual, la metodología de intervención que guía al Grupo Pastoral Guadalupe, apunta principalmente al fortalecimiento de las mujeres de la calle en los múltiples ámbitos de su vida cotidiana, incidiendo además en su grupo social inmediato. Se busca recrear un espacio humano y cristiano, fraterno y de profunda acogida, brindando asesoramiento y apoyo ante diversos problemas psicológicos, judiciales, de salud y bienestar, de educación y otros derivados de la particular situación de prostitución; haciendo hincapié en un trato interpersonal humanitario, respetuoso de sus creencias y, a la vez, fundante de una nueva perspectiva de vida basada en el trabajo real y digno, la convivencia sin manipulaciones, el cumplimiento de sus obligaciones ciudadanas y el uso de sus derechos como tal. Los números de contacto para interiorizarse o integrarse a esta propuesta: 2616810813 – gabrielamarchesini@gmail.com (Gabriela Marchesini); 2616810770 – josimani@gmail.com (Javier Osimani).

Acompaño distintos materiales que pueden ser empleados para la oración y la concientización en este día.

En Jesús, buen Pastor, y nuestra Madre Santísima.

Mendoza, 30 de julio de 2020.-
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo